
28 agosto 2007
15 agosto 2007
15 de agosto... Aquella por la que reinan los reyes
Ahora en la distancia recuerdo esas primeras procesiones a las que me llevaba mi padre. También fui con mis primos y mi tía en otros años. Más adelante era yo mismo quien no podía perderme la procesión, incluso iba sólo. También bajé desde el Aljarafe, partiendo desde Gines, a buscarte, rememorando ese camino que mi abuela me contaba. Tampoco puedo olvidar a un tatarabuelo mío, José González, y la repetida historia familiar de una de las sillas de la Virgen. Fue él quien se la labró en caoba en las vísperas de la Exposición Iberoamericana.
Hablar del 15 de agosto, es hablar de la Virgen, es nombrar a Reyes, es pronunciar Sevilla. Cada sevillano tiene una historia íntima vinculada a esta mañana mágica del estallar del nardo.
FOTO: ROBERTO VILLARICA
13 agosto 2007
Directos muy cercanos
Siempre gusta reconocer en la televisión a gente cercana. Vecinos, gente del pueblo, familiares... Además se convierte en todo un acontecimiento. Pon la tele que salgo a tal hora... o ¿Has visto a fulano que salió en Onda Giralda en un reportaje de cocina?... o ¡Cuidado el plan que salió en Canal 47 la Manoli en la feria!... Y así un sinfín de anécdotas de unos y otros. Las televisiones locales se han forjado gracias a sacar la vida diaria de la ciudad y sus gentes, a que el ciudadano de a pie se vea y se reconozca en la pequeña pantalla. Pero no todo el mundo puede presumir de ver a su mejor amiga haciendo un directo en TVE1 a las 9 de la noche un domingo. Pues yo sí. Para Maru no es su primera conexión en directo, ya se estrenó con una furgoneta cargada de explosivos de ETA en Ayamonte. Yo aún no he tenido la suerte de hacer un directo, bueno, la suerte o la desgracia de pasar por ese trance profesional. Este enero casi me veo en esa tesitura con las nieves en Chirivel. Al final los cortes de carretera me lo impidieron. Dicen que no es fácil, que hay que tener autocontrol, no caer en los nervios y no vacilar en la naturalidad. Cosas que se aprenden poco a poco. Para nada de eso y otras muchas cosas te instruyen en la facultad. Es el periodista a fuerza de patinazos quien aprende...
10 agosto 2007
El circo de la miseria

La televisión es espectáculo... y cada día en los hechos noticiosos lo inusual, lo llamativo, lo escandoloso, lo soez o la miseria más absoluta es lo que prima. Desde que vengo cubriendo llegada de pateras desde hace algo más de un año siempre es lo mismo. Espera de la Salvamar en el puerto, desembarco de inmigrantes, atención humanitaria de Cruz Roja, búsqueda de declaraciones, y vuelta para enviar... Los plumillas pendientes de la cifra: las millas en las que fueron interceptados, el número de hombres y mujeres, la existencia de menores, la procedencia... todo dato es necesario y si es escabroso mejor. Los cámaras pendientes de la imagen, del niño que llora, de la madre que pide a su hijo, del tiriteo bajo una manta, de los pies descalzos, de la herida o quemadura o del presunto desmayo. Todo para hacer más espectacular la información. Cuando la noticia está para emitirse y valoras lo que has escrito, te das cuenta que sólo das cifras y poco más, todo acompañado de la imagen de gente casi defallecida. Poco se escarba en porqué viene esta gente, qué motivos les lleva a emprender una travesía de la que no saben si llegarán con vida a puerto. Después de una patera el último párrafo de la información suele decir así: "...Para iniciar los trámites de repatriación". ¿Y para qué hacen ese viaje? Puede perder la vida en el intento, una vez que llegues, las autoridades te devuelven a tu país... No sé, pero lo cierto es que cada día vivimos el mismo espectáculo del circo de la miseria de los inmigrantes. Por cotidiano apenas le damos importancia. Nosotros mientras tanto cambiamos de canal o bebemos un sorbo de Coca-Cola.
09 agosto 2007
El algarrobico...

"Érase una vez en un paraje conocido como el Algarrobico, bañado por las aguas del Mare Nostrum, apareció de la noche a la mañana un inexpugnable y enorme castillo, blanco y resplandeciente, entre las oscuras colinas. Tan grande eran sus almenas que parecían desparramarse como lava de volcán cerro abajo. La gente que vivía cerca, en poblados y casonas, estaba muy contenta con este extraño castillo que se había levantado de forma tan rápida, casi mágica. Cuando las obras llegaran a su fin algún señor feudal se instalaría en él con su Corte y tropel. Caballeros de fuertes armaduras, gentiles damas revestidas de damasco y sedas, clérigos e ícluso hasta pícaros formarían esa camarilla palaciega. Todo este movimiento generaría mucha labor para la zona. Numerosos juglares serían demandados por el señor, las mujeres de las villas cercanas se afanarían en la limpieza, los campesiones se encargarían de los jardines, y numerosos forasteros aparecerían por estos lugares inhospitos atraídos por la fama del castillo y el enorme tesoro que se escondería en una cámara de la torre... Un buen día llegó una misiva que ponía en peligro el castillo... y los sueños de trabajo de la gente del lugar. Unos dragones rojos no querían fortificaciones cerca del mar. Se basaban en fuerzas naturales extrañas, ocultas en el interior de la tierra. Los dragones velaban para que no se levantara ni una sola piedra cerca de un bosque encantado que tenían la obligación de cuidar... Esta credencial y ultimatum llegaba casi cuando el castillo estaba a punto de celebrar las gestas en honor de la construcción de la torre del homenaje... Las luminarias y ministriles estaban ya preparadas y los caballeros dispuestos para el torneo. Una gran nube negra se aproximaba sobre la fortaleza, a lo lejos se oía el rugir incesante de los dragones, y la enorme luz de su fuego presagiaba el trágico final...¿Por qué los dragones rojos no avisaron cuando pusieron la primera piedra?"
06 agosto 2007
100 días y más conmoción

01 agosto 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)