09 junio 2010

La entrada...


Gines , el pueblo... está impaciente
para que su Simpecao le cuente al resto.
A los que no pudieron ir,
a los que nunca fueron,
a los que lloran impacientes
por no pisar tus senderos,
a los que enfermos en la cama
encuentran tu consuelo,
a las viejas que de niñas
la llevaban sus abuelos,
a los niños que sueñan
con ser buenos romeros,
toda esta gente en Gines
espera desde dentro
con el corazón palpitando
como aquel que llega al cielo,
como aquel que te busca,
ese primer rociero...
Entra el Simpecao
y parece un libro abierto
en el que muchos leen
los 50 años de su terciopelo,
los caminos vividos,
y lo que contaron los viejos...
Pero cuando entra el miércoles
entre el fervor de su pueblo
todos esperan mirarlo, besarlo y leerlo;
los que se quedaron lo buscan,
buscando algo nuevo,
que viene bendecido de Rocío
entre las arenas, un año nuevo...