ENERO:
Año de nieves, año de bienes. Y así ha sido. Las nevadas en Almería me regalaron esta imponente visión de Tahal.
FEBRERO:
Martes y 13. Un gato blanco nos deshace el mal de ojo en ese febrerillo el loco.
MARZO:
El puente y sus conductores. En un abrir y cerrar de ojos el ser o no ser. Sin embargo no hay mal que por bien no venga.
ABRIL:
Ensoñación de Jueves Santo. El agua nuevamente dejó a Sevilla sin Rosario. Día distinto, extraño y raro que comenzó frío en la Alameda.
MAYO:
Luces de pente - costés. El rosario de vengalas anuncia la llegada a la pernocta en Lópaz.
JUNIO:
Sevilla por Velázquez. Una ciudad se vuelca por la adquisición de un cuadro. Y lo consiguió...
JULIO:
Vigilando Upper Rock. Un viaje al Peñón nos traslada a lo singular de una colonia británica en nuestro propio país.
AGOSTO:
Hotel Ilegal. El despropósito de los politicos paraliza un hotel que no ha crecido con un chaparrón como las setas.
SEPTIEMBRE:
¿Qué somos una mierda en un punto del mapa? Era el grito desesperado de Almuñécar ante la riada.
OCTUBRE:
La flor de los Fajardo. La comarca de los Vélez me impresionó para despedirme
NOVIEMBRE: L
a resistencia de una ocupación. El colectivo Casas Viejas echó un pulso que acabó con muy mala prensa.
DICIEMBRE:
La villa suspendida en el tiempo. Una visita a Medina Sidonia, un disfrute para los sentidos.