
Marchaba en tren, cinco horas y media de trayecto por delante. Pero una gran ilusión: volver a casa, con mi gente y mi tierra. Creía que este año iba a faltar a la cita con la Patrona, pero el destino me hizo postrarme de nuevo a las plantas de Aquella por la que reinan los reyes. Además la vuelta iba a ser en coche, uno nuevo que recogía ese mismo día. Mi estancia allí fue intensa, tenía una apretada agenda que improvisaba por segundos para cumplir y estar con todos.
Este año no sé el porqué o quizás si lo sepa, la procesión de la Virgen de los Reyes y el repicar de su Giralda en ese mágica mañana, me emocionó como nunca. Y es que sabía que en pocas horas me alejaba de Sevilla. En mi mente resonaba aquella sevillana de Enrique Casellas...
.FOTOGRAFÍA: ROBERTO VILLARICA
I
Le pido fuerzas al cielo
para seguirte cantando,
y te busco en la calleja
o en la torre repicando
o en el desgarro moreno
del Cachorro agonizando.
Y te busco a tí Sevilla
Le pido fuerzas al cielo
para seguirte cantando,
y te busco en la calleja
o en la torre repicando
o en el desgarro moreno
del Cachorro agonizando.
Y te busco a tí Sevilla
porque cantarte quisiera,
mientras me hierva la sangre
llegando tu primavera.
II
Le pido música al río
y al rumor de su corriente,
y te busco en el compás
de ese rincón diferente
que borda la Soleá
al otro lado del puente.
Y te busco a tí Sevilla
II
Le pido música al río
y al rumor de su corriente,
y te busco en el compás
de ese rincón diferente
que borda la Soleá
al otro lado del puente.
Y te busco a tí Sevilla
porque cantarte quisiera,
mientras me hierva la sangre
llegando tu primavera.
III
Le pido versos al aire
con esencias de romero,
y te busco en la Maestranza
una tarde de pañuelos
mientras brinda la Giralda
su perfil de caramelo.
Y te busco a tí Sevilla
III
Le pido versos al aire
con esencias de romero,
y te busco en la Maestranza
una tarde de pañuelos
mientras brinda la Giralda
su perfil de caramelo.
Y te busco a tí Sevilla
porque cantarte quisiera,
mientras me hierva la sangre
llegando tu primavera.
IV
Le pido son a la noche
y un romance en Santa Cruz,
y te busco en la bohemia
o en la pícara inquietud,
de un Don Juan adormecido
entre la sombra y la luz.
Y te busco a tí Sevilla
porque cantarte quisiera,
mientras me hierva la sangre
llegando tu primavera.
IV
Le pido son a la noche
y un romance en Santa Cruz,
y te busco en la bohemia
o en la pícara inquietud,
de un Don Juan adormecido
entre la sombra y la luz.
Y te busco a tí Sevilla
porque cantarte quisiera,
mientras me hierva la sangre
llegando tu primavera.
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