Muchos se quedarán perplejos al ver esta imagen. Sí, son ataúdes. En su interior 4 regios personajes que cambiaron la historia de esta tierra que hoy llamamos España, y que según algunos parece desmembrarse por sus costados.
A un lado: Isabel y Fernando los proclamados Católicos; al otro: Juana, la mal llamada loca y su marido Felipe, el también malnombrado hermoso. Los primeros culminaron en 1492 con la toma de Granada la reconquista, de ese modo aunaron bajo el mismo cetro y corona los territorios penínsulares a excepción de Portugal. Los segundos, con su matrimonio, sumaron a la corona de Castilla los territorios de la Casa de Austria. Las dos parejas fueron reyes de las llamadas entonces Españas: diversidad de pueblos y gentes bajo el poder de la corona hispánica.
Hoy, 12 de octubre se celebra la fiesta nacional, que no son los toros, aunque también se lidian en estos días. Es el día del país, pero no solo de España, sino de toda la Hispanidad.
Varias veces en la historia universal ha sido España el centro y eje de los acontecimientos mundiales. La primera vez fué cuando Roma, la gran civilizadora de pueblos, transcendió los límites de la península itálica y puso las plantas en la ibérica. Entonces España no existía. Existía tan sólo como una realidad geográfica. Pero sus habitantes, los hispánicos, plantaron decidida resistencia. Dos siglos en los que Roma tuvo que enviar sus mejores legiones y sus más experimentados generales. Pero después Hispania hispanizó al Imperio a la vez que éste la latinizaba a ella. Así asimiló lo necesario conservando la esencia que antes la caracterizaba.
El segundo momento en que España ocupa el centro del escenario de la historia universal fué cuando el mundo árabe invade por Occidente Europa. Es entonces cuando un puñado de españoles desde las montañas de Asturias tratan de presentar resistencia e inician desde allí la reconquista que dura ocho siglos. Es en Covadonga donde se guarda la esencia de la cristiandad y de la cultura europea para expandirla hacia el sur. Es esa resistencia la que permite al resto de Europa vivir en paz frente al mundo árabe y la que se hace así misma como nación en su empeño de unidad bajo la fé y el cetro.
El tercer momento llega en los siglos XVI y XVII. La tarea de unificación nacional está culminada. La nación española está configurada y tiene su propia idisosincrasia. Ahora la hispanidad, terminada su labor interna, se expande hacia fuera, sale de sus fronteras, toma en sus manos la dirección del curso histórico y durante dos siglos lleva la batuta en el concierto de la historia universal. España enseña al mundo, en este período de su hegemonía, las tres ideas básicas en que se funda la vida política moderna: la idea del Estado nacional, el modelo de un ejército nacional y la idea del imperio. Desde los Reyes Católicos hasta Felipe IV, España expande por el orbe su imperio universal, establece su predominio en las partes de Europa, dilata sus posesiones por los nuevos mundos, que sus navegantes descubren, circunda la tierra llevando la cruz y su bandera por las comarcas más remotas conquista y coloniza continentes y construye el imperio más vasto que la historia ha conocido.
Hoy en día España y la Hispanidad llena toda una cultura y tradición. Los hablantes del español o castellano, una lengua que aúna fronteras y millones de personas bajo un misma lengua.
1 comentario:
Toda una lección de historia. Enhorabuena!!!!!!!
Publicar un comentario