Cuando a Mojácar venían
a realizar sus quehaceres
eran muchas las mujeres
que el camino compartían
y por costumbre tenían
junto a una piedra parar
en este mismo lugar
al subir la Cuesta Chillas
cambiaban las zapatillas
para entrar en la ciudad.
JOSÉ MARÍA MONTOYA PÉREZ
3 comentarios:
Y tenía yo ganas de ver activo tu blog, tanto cachondeo y tanto viajecito, tanto turismo por tierras almerienses y tienes abandonaos a tus asiduos blogeros. Sigue publicando cositas
Esta mujer tuvo un reportaje digno de la mejor top model; desde todos los ángulos, a pié de calle, desde el coche. ¡¡¡¡QUÉ NOS GUSTA UN BULTO REDONDO!!!!
Bienvenido.
Muy original, si señor.
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