03 marzo 2008

Personajes de la Pasión I: El discípulo amado

Mujer, aquí tienes a tu hijo.
Juan, aquí tienes a tu madre.

Algo vió el Maestro en Juan, el menor de sus díscipulo. Supongo que no era ni el más rico ni el más fuerte, pero es a este joven al que Jesús dejó en cuidado a su madre. Es curiso que si en Pedro dejó el legado de la Iglesia, su mensaje y futuro de su verdad, en las manos de Juan encomendara a la mujer más importante de su vida. En el Calvario, al pie de la Cruz, María y Juan son testigos del trágico final. En el madero se desangra entre estertores de dolor aquel en el que muchos pusieron las esperanzas de Israel. Contemplando la escena también estaban la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, le dijo a su madre: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". Después le dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa. Es cuando comenzó el maridage que nos ha llegado hasta a nuestros días con la perfección barroca de la Amargura y Juan de la calle Feria.

12 comentarios:

Maru Serrano dijo...

Pero como mi San Juan de la Lanzada... ahí si que tuvo arte para elegir. Ay omá.

Alberto Ramírez Jiménez dijo...

Este San Juan parece que no ha llegado ni a la mayoría de edad. Vamos que de vivir el domingo no podría votar.

En su rostro el sello de Ortega Brú. En cuanto al comentario de la Criticona, yo haría mención al San Juan de la Quinta Angustia y al del misterio de la Carretería, este último del taller de Roldán.

Un saludo y continúa sorprendiendonos con fotos como esta.

Anónimo dijo...

Vaya una San juan que has ido a escoger macho

el aguaó dijo...

El amigo Moris ha dado en la tecla: la gubia de Ortega Bru se deja sentir en esta talla... el Apóstol de la Sagrada Cena.

Artísticamente hablando, el San Juan de la Amargura, obra de Hita del Castillo, es genial, y uno de los más maduros y de gran calidad técnica es el que acompaña a María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, obra de Juan de Mesa.

Un abrazo Raúl. Espero con ansia tus entradas.

Alberto Ramírez Jiménez dijo...

Amigo Aguaó pero el San Juan del Gran Poder, no le hace mucho favor a la Virgen. Es como si no hubiera sintonia en la escena. La Virgen tan delicada y el San Juan con esa expresión tan potente. Eso sí, es una verdadera obra de arte.

Reme dijo...

Ay Juan Juanito Juante .... que por la cara se parece a el discípulo amado de Jesusete jejej es que como no se de arte... pos...

ANDRÉS dijo...

Qué capacidad de síntesis!,
que esmero y cuidado en la foto!, todo tan delicado, tan presumiblemente perfecto...,
como el discípulo amado.
Y es que la gubia, y el cincel hicieron,
lo que hicieron tus manos,
una foto de enmarque con unos ribetes dorados.

Anónimo dijo...

Joder que cosa más fea

el aguaó dijo...

Amigo Moris, llevas razón. El tamaño del San Juan de El Gran Poder es bastante mayor que la delicada talla de la Virgen.

Individualmente es una talla magnífica, pero sí es cierto que junto a María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso se ve demasiado grande. La diferencia de cánones se puede ver en las cabezas.

Un abrazo.

Paços de Audiência dijo...

El San Juan de la Amargura es el mejor que hay en Sevilla. Con diferencia.

Aunque este que has puesto de Ortega Brú, tampoco es malo.

Me gusta más el de Santa Marta.

Mer dijo...

Bonita reflexión.Respecto a la pareja a que te refieres en tu última frase, esta mañana los estuve viendo, y el estreno del mantolín de nuestro común amigo, que junto al manto restaurado, hacen que pida con urgencia la restauración o estreno de la túnica el pobrecito San Juan, para quedar perfectos en el paso. Es la mejor imagen masculina de esa Hdad, y después Herodes, a mi gusto.Besitos, nos vemos.

Alberto Ramírez Jiménez dijo...

Gran foto la de nueva incorporación.