10 mayo 2007

Jugando al Rocío

Las carretas chicas: escuela de rocierismo

Estamos muy acostumbrados a que con una caja de cartón, dos palos, una tela y tres flores los niños siempre han hecho su cruz de mayo y así han jugado a la Semana Santa aprendiendo y haciendo suya la tradición de los mayores. Gines, pueblo aljarafeño eminentemente rociero, también tiene sus cruces de mayo, sus niños y sus pasitos... Pero el sentir rociero late muy dentro y cada mayo cuando se acerca la romería del Rocío salen las carretas chicas. Una estampa única y entrañable que lleva El Rocío a los más pequeños haciéndolos protagonistas. Es una tradición que nació hace más de 20 años y que se ha mantenido con altibajos en el tiempo. El afán de un grupo de hermanos y del mismo Grupo Joven de la hermandad del Rocío de Gines hacen que antes de la novena las carretas chicas recorran las calles del pueblo.

A la comitiva no le falta un detalle. La encabeza el tamborilero con el toque típico de la flauta y el tamboril. Tras él la carreta del Simpecao, fiel réplica pero en menor escala. Y como un rosario de cuentas, las carretas chicas, cada una con sus colores, con su nombre y su familia. Los Mora, abuela Rosario... Y los romeros. No faltan ni los trajes de flamenca, ni los sombreros de ala ancha, ni los botos camperos. Salen las carretas de la plaza, como las de verdad, aunque no suenan cohetes porque son muy chico para jugar con fuego. Recorren varias calles en su particular camino. Y el encuentro con la Virgen también llega, en el monumento que en 1978 se levantara con motivo del cincuentenario de la corporación rociera. Una parada. Los romeros se refrescan y llega el camino de vuelta. Otra vez en la plaza de España y termina este Rocío de los niños.

Jugando al Rocío es una forma de integrar a los más pequeños en este sentir del pueblo. Es ejemplo de las sevillanas que en el camino canta Gines. No te preocupes tú padre, no te preocupes tú, abuelo; que los hijos que yo tenga también serán rocieros. O aquella otra ¡Qué buena tierra tenemos! ¡Qué buena es la sementera! ¡Qué no se pierda en Gines la semilla rociera!

1 comentario:

Maru Serrano dijo...

Que arte y que señorío tienen los pequeños ginetos...


De tal palo, tal astilla
y yo a mi viejo he salio
Rociero por derecho
con to mis cinco sentíos,
y a mi me pasa lo mismo
con el mayor de mis hijos

Y AUNQUE TENGA POCA EDAD
YO ME LO VOY A LLEVAR
CONMIGO POR LAS ARENAS
PA QUE NO SE PIERDA NUNCA
LA SEMILLA ROCIERA.