Cada viernes de Cuaresma publicaré en el blog una poesía seleccionada del libro Semana Santa Antología Literaria de Francisco Robles. En esta obra se repasa algunas obras de literatos que han versado a nuestra fiesta por antonomasia. La selección de hoy está dentro de un librito Lirios y Claveles de 1930 firmado por un pseudónimo. No se sabe quién se esconde tras la rúbrica de El Bachiller Fulano de Tal, Capillita sevillano. Ahí va una que dejó.
¡Allá va el agüelo! Va dando bandazos
como un incensario de acera en acera;
mezcla las saetas con vieja solera
en la tabernilla cinco o seis pelmazos;
Y con un chiquillo dormido en los brazos
avanza solemne Luz de cigarrera,
con el mantoncillo, la falda bolera,
y los zapatitos de abultados lazos.
Cesa el cante, salen todos a la calle,
en silencio admiran tal rostro y tal talle,
y un jaque flamenco de cara morena
suspira angustiado murmurando así:
"¡Ya pasó la Bigen de la Macarena!
¡Ea! ¡Ya estoy contento, me boy a dormí!".
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