15 octubre 2007

15 de octubre...Santa Teresa

Tal día como hoy pero de 1582 recibía sepultura Teresa de Cepeda y Ahumada. Había muerto el día 4 de octubre y la enterraron al día siguiente que era día 15. No es una errata. Justo al día siguiente de la muerte empezó a regir el cambio del calendario. El Papa añadió 10 días al almanaque para reparar un error que venía desde muchos años atrás.

Teresa de Ávila pasó a la historia por el misticismo, el ser una santa literata y mujer avanzada a su época fundadora de las carmelitas descalzas. Tras una fuerte enfermedad en la que alcanzó el éxtasis gracias a la vía mística. Fueron famosas las fundaciones de conventos carmelitas por toda España, tras la reforma que promovió ella misma en la orden del Carmelo. Hasta Sevilla precisamente se desplazó esta santa de reaños para realizar fundaciones. Por aquellos años Sevilla era una ciduad muy golosa para las órdenes conventuales. El comercio con las Indias y todas las riquezas que de allí se traían podía reportar pingües beneficios a los convetos y monasterios radicados en la capiatal hispalense, convertida en puerto y puerta de Indias. El buen olfato espititual de esta dama la trajo a una Sevilla llena de tramas. De la porpia ciudad y de lo que allí vió nace la célebre frase que soltó la de Ávila: "Aquí el diablo tienta con más manos".

El primero en tenderle la mano a Teresa en Sevilla fue el prior del Monasterio de Santa María de las Cuevas. Las buenas relaciones con los cartujos la llevaron a querer visitar el monasterio. Había un escollo que salvar para esa visita. La estricta regla de San Bruno prohibía que una mujer pisase suelo cartujo. El prior resolvió el inconveniente con una obra a toda prisa. Para ello se levantó un templete pegado a la tapia exterior de las huertas. Este tempelte-mirador se rodearía por un canal de agua. El agua haría de límite natural por lo que podía considerarse que el templete estaba fuera de suelo monacal. Así se pudo realizar la entrevista entre el prior y Teresa del que no he podido conocer la trascendencia y resultado. En Sevilla tuvo disputas con los carmelitas calzados y llegaron a la Inquisición delaciones para perjudicarla.

Desde muy joven se encendió en ella la llama de la fé, tan fuerte que rondaba el fanatismo. Muestra de ello es que de niña pensó escaparse con su hermano a tierras ocupadas por musulmanes para morir como mártires descabezados, finalmente abandoraron la idea. Otra anécdota que puede dar luz sobre su carácter y forma de ser es la reacción al contemplar su único cuadro realizado en vida. Poco tiene que ver la Santa Teresa en mármol que talló Bernini al cuadro que pintó fray Juan de la Miseria, por lo visto el buen hombre tampoco era Murillo. Bien decir tiene que es más fidedigna la pintura a la escultura, pues el de la Miseria tuvo el privilegio de contar con la modelo presente. De haber existido la laca en su siglo, Teresa de Jesús se hubiese cardado a tenor de la respuesta. Le espetó al fraile al ver el cuadro acabado y para ella poco favorecedor: “Dios te perdone, Fray Juan, que ya que me pintaste podías haberme sacado menos fea y legañosa”. Su cuerpo, aunque repartido por muchos conventos en forma de reliquias, se encuentra en Alba de Tormes. Su sepulcro lo cierran nueve llaves. La duquesa de Alba tiene 3, las monjas del convento donde está enterrada tienen otras 3 y el confesor de dichas monjas, las 3 restantes. ¡Cómo para escaparse! Aún así su brazo incorrupto lo tuvo el Generalisimo Franco en su mesita de noche durante 40 años.

5 comentarios:

Maru Serrano dijo...

Una vida muy interesante, un personaje de leyenda y que encierra la curiosidad de conocer mucho m�s de ella. Enamorada hasta el alma de Cristo, apasionada, poetisa... Sin duda muy interesante.

Anónimo dijo...

Muy interesante el articulo. ¿Sabes? A mi lo del brazo incorrupto me da grima.
No puedo evitarlo.

Rascaviejas dijo...

Y si no imagínense la escena. La "Collares" se desprende del idem, se queda en púdico camisón y se dispone, una vez muy de tarde en tarde, a practicar el acto procreatorio con el Generalísimo... y el dichoso bracito en la mesilla de noche...Y luego querrán que nos inventemos Hallowen

ANDRÉS dijo...

Muy mística entrada cual Santa nos muestras. Esta mujer era especial en todo, hasta despues de muerta.
Impresionate las imágenes de la escultura, mi favorita de Bernini, y las anécdotas tanto del cambio de calendario, como el del brazo incorrupto en poder de Paquito, así como su paso por la cartuja de Sevilla. No tiene desperdicio, te lo has currao! ;)

el aguaó dijo...

Plas, plas, plas, plas. Te aplaudo amigo. Magnífica entrada. Me ha encantado. A un servidor, que le gusta más la Historia que a Lopera un micrófono inalámbrico, le ha parecido muy interesante. Muchas gracias.

Por cierto, Santa Teresa nunca fue muy devota de Sevilla.

Un fuerte abrazo amigo.

P.D. Gran escultura del genial Bernini. Tuve la suerte de verla en persona y es un auténtico placer para los sentidos.