07 octubre 2007

Y me tiró el manto...

Pasan los días y las hojas del calendario, pocas veces fijo mi atención en ello, pero hoy no tengo más que pararme en el santoral. Llevo tiempo pensando en este día especial para muchos pueblos y ciudades de España puesto que la Virgen del Rosario es la patrona de muchos de ellos. La advocación que hoy se celebra viene de antiguo y ha calado en la devoción y religiosidad popular en los más lejanos confines del orbe católico. Rosario, el de María Santísima. Extendido por la orden de predicadores tras la fundación del mismo por Santo Domingo de Guzmán. Se compone de una sarta de cuentas, normalmente dividido en cinco apartados correspodientes a los misterios de la vida de Cristo o de la Virgen. El rezo del Santo Rosario se centró como la más conveniente herramienta piadosa para los fieles. El rezo de sus misterios se convirtió en verdaderas muestras de fé extramuros de iglesias, casas y conventos con el florecimiento de los rosarios públicos. Fue una costumbre muy arraigada que aún perdura en nuestros días. Son muchas las hermandades y cofradías que celebran en la actualidad este ejercicio. Monte-Sión, por ejemplo, cada 1 de noviembre saca a la calle a su titular. Las hermandades del Rocío se reúnen en las horas previas al salto a la reja rezando los misterios del Rosario. Antiguamente se rezaba mucho en la intimidad del hogar, en capillas ardientes o antes de cada misa en las iglesias. El ritmo de vida actual, la cada vez más desacraliza sociedad y la pérdida de valores religiosos y espirituales relegan esta práctica a una minoría.

Para mí el 7 de octubre siempre tuvo tintes especiales. Cuando todavía era pequeño para ir sólo a la capilla de la calle Feria, acudía a mi parroquia porque allí otra Rosario, pero de Gloria, estaba de besamanos, lo mismo da, decía yo, aunque en mi mente estuviera la de la Plaza de los Carros. Años después no falté a su besamanos. Y este año, cosas del destino acudo también a la capilla pero ayudado de las nuevas tecnologías, también cosas de los nuevos tiempos. Jamás pensarían aquellos patronos de barco a los que la tradición otorga el honor de la fundación de la hermandad del Jueves Santo, que yo mirando por la ventana el mar mediterráneo podría girar mi cabeza y meterme por otra ventana en el besamanos de la Galeona. El trabajo juega una mala pasada y a 450 kilómetros de distancia ArteSacro me trae el besamanos de mi Virgen. Aquella por la que fui nazarenito de varita, hermano de luz, incensario y pertiguero de sus acólitos. Aquella por la que me recorrí Sevilla buscando fondos para exhornar como se merecía las calles por las que pasaría Ella en su camino coronatorio. Aquella por la que dirigí aquel improvisado taller de inexpertos costureros, y gracias a todos ellos logramos dar un toque festivo a las calles próximas a la capilla con gallardetes, y con romero, que también tuvo su historia el cogerlo. Es la Onomástica hoy de aquella por la que muchos perdemos el sueño, aquella por las que muchos trabajan y han trabajado en Monte-Sión. Gracias a Ella, vivimos su gloriosa Coronación Canónica de primera mano, cuando el tranajo no pesaba por intentar que todo saliera lo mejor posible. Jornadas largas, de poco descanso y falta de horas de sueño. Nada importaba porque como dijo el pregonero... "Sólo tu nombre Rosario, sólo tu nombre en mis labios".

Ella todo lo agradece, al menos yo así lo pienso. Cada vez que me viene algo bueno, cada vez que hay una buena racha, cada vez que surge una buena oportunidad que yo no esperaba; siempre lo adjudico a la misma causa: La Chari, es mu grande... La Chari me ha tirado el manto. Y es que es imposible que no me acuerde de ella, justo ahora cuando parece que vuelve a hacer de las suyas, quizás me vuelva a tirar el manto y con la fuerza me devuelva a Sevilla. Espero que esta licencia, esta proximidad con la que hablo de mi Virgen del Rosario no moleste a alguno. Muchos son los humildes de la plaza de los Carros, del barrio de la Feria, la gente del mercado, las fanáticas de la calle Peral o aquellos otros que se mudaron al extrarradio, los vecinos de toda la vida que con ese aire sencillo, como si de una vecina más se tratara, le dicen Mi Chari. Rosario, María Santísima, aquella que desde la capilla chiquita nos protege con su manto.

10 comentarios:

ANDRÉS dijo...

Dí que sí, yo también creo que es mu grande...
Poco a poco, cada vez me gustan más esos toques de sutilezas de esa gran dolorosa sevillana, que sabe en cada momento que hacer con cada uno de sus hijos.
La Chari como tú la llamas, ha tirado de ti de nuevo, será por algo..., y es que como tú dices ella es mu grande, pero?, será por eso por que quiere tener alguien grande a su lado?
Que así sea, disfruta de tu vuelta a la ciudad de los sueños, y a la ciudad que enamora a visitantes y foráneos..., aunque yo ya me siento hispalitas, jeje.
Felicidades!

Maru Serrano dijo...

Siento que te hayas perdido el besamanos y el pregón del Rosario. Y espero que por noviembre, en la festividad de Tosantos, podamos verla de nuevo, ver su rostro iluminado. Y perdona que te corriga, pero esta vez ta tirao el Palio.
Muchos besos corazón sevillano.

el aguaó dijo...

Precioso amigo Raúl. Ojalá vuelvas pronto.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Te entiendo cuando hablas de ver en la distancia...
Tu Virgen estaba preciosa y lo que dices de ella, llega hondo.

Que te vaya bien ...seguro que volverás.

La Viajera dijo...

Tienes toda la razon, pues yo muchas veces la ha pedido en ocasiones dificiles, que me ayudara, y ella como madre y amiga me ha ayudado.

Cada vez que la veo le pido que me ayude y es raro que no me heche una mano.

Ella en todo momento esta alli, con nosotros cuando la necesitamos, aunque algunas veces nos parezca que no pero ella siempre esta hay.

Un Abrazo

Alberto Ramírez Jiménez dijo...

Niño, me has emocionado contando momentos compartidos en los que más que trabajo fue disfrute de todo@s.
Estoy de acuerdo con La Crticona en que más que el manto te ha tirado el palio, con todo lo que pesa ahora en oro y plata. Pero es que Ella es muy grande, aunque a mi sólo me ha tirado, por ahora, el manto de camarín, eso sí el de Caro que es el bueno.
La Chari, que nombre más bonito y cercano.

Reyes dijo...

La Chari, como la llama mi padre.
Como quiso llamarme a mí...

María_azahar dijo...

En mi casa ese nombre ha ido pasando de generación en generación. Mi abuela era una de esas vecinas de las que hablas que nacieron a su lado, en la Plaza de los Carros en una época en que se vivía ese concepto verdadero del barrio y de hermandad y cercanía entre los vecinos de los corrales y casas de vecinos. Ella tuvo la inmensa suerte de criarse viéndola todos los días y de vivir prácticamente casi toda su vida a su lado, de su Chari, al igual que de su Amargura, su Buen Fin o su Macarena - en esa zona qué Virgen no es bonita- y supo desde pequeña transmitirme ese cariño y devoción hacia la Virgen que yo le tengo. Mi abuela aunque ya no esté con nosotros y ya no la pueda ir a ver, yo sé que ha vuelto a estar a su lado, pero esta vez no ya mirándola y rezándole desde abajo, sino con Ella en su Reino compartiendo eternos besamanos.

Enhorabuena por tu blog, Raúl.

Un saludo,

Charo.

Roberto Villarrica dijo...

Raúl y Charo, se pueden decir las cosas más altas, pero no más claras. Sólo el que lo siente puede describirlo. Preciosas vuestras palabras.

Saludos

Anónimo dijo...

Gracias por ese recuerdo de el que ha sido hasta ahora el dia mas feliz de mi existencia. Nunca podre olvidar esa Coronacion Canonica, nunca olvidare un 31 de Octubre y una ma�ana de 1 de Noviembre en que senti y vivi en la dicha plena.
Agradeceria enromemente te pusieras en contacto conmigo para, si tuvieras a bien , pasarme alguna fotografia de dicha efemerides, ya que mi camara fotografica dejo de funcionar.
A pesar de que las mejores instantaneas aun permanecen en mi recuerdo y memoria.
Mi mail es paliodecajon@hotmail.com