19 marzo 2008

Detalles V: la luna de parasceve

Entre las nubes que presagiaban el aciago Miércoles Santo que nos deparaba este 2008, podíamos entrever esa luna que condiciona la fecha de nuestra Semana Santa. La PAscua Cristiana se celebra después de la primera luna llena de primavera por lo que esta fiesta puede oscilar entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Fue en el 325 d.C. en el Concilio de Nicea cuando se estableció que la fiesta de Pascua de Resurrección se celebrara en todo el mundo cristiano el primer domingo después de la luna llena siguiente al equinoccio de primavera, y si la luna llena fuera en un domingo y coincidiera con la fiesta de Pascua judía, la Pascua de Resurrección tendría que conmemorarse el domingo siguiente. Así se evitaba la coincidencia de las fiestas de Pascua de Resurrección y de la Pascua judía.


8 comentarios:

Reyes dijo...

Interesante, aunque lamentablemente está lloviendo.
Gracias por tu explicación, porque sinceramente, nunca supe exáctamente que era la luna de parasceve.

Un beso, triste y lluvioso.

Reme dijo...

Que no llueva por favor...... aunque en verdad es necesario... que dilema ...

Paços de Audiência dijo...

La luna de parasceve es la luna del viernes santo pues. Siempre me pregunté de dónde venía esa expresión tan "rancia".

Mucha suerte para hoy. Porque salir vais a salir.

Antonio dijo...

Buena estación de penitencia para ti y tus hermanos de la Plaza de los carros. Y para todo el magnífico JUEVES SANTO en Sevilla.

Un abrazo
Antonio

La gata Roma dijo...

Al final el día no se portó tan mal con vosotros y me alegro mucho. Quería bajar a saludaros pero por cuestiones de logística estaba en otro sitio; de todas formas supongo que fué una buena Estación.
Besos

Jorge Alfonso Guillén dijo...

Buenas noches. Simplemente, quiero dejar constancia de que me ha gustado esta bitácora. Procuraré seguirla habitualmente. Un saludo cordial.

Híspalis dijo...

Pue sí, gracias por la información...

ANDRÉS dijo...

Esta foto me recuerda a áquella canción del Alma a Sevilla;

"Después de la madrugá
se rasgó el velo del templo,
el Viernes santo no es más
que un túnel donde los vientos soplan al triste compás
de un llanto que anunciará
que el hijo de Dios ha muerto"